lunes, 31 de octubre de 2011


El agua en la ciudad de México


Consumada la conquista, la tarea de reconstrucción implicó nuevamente una ciudad mitad en aguas, mitad en tierra.


Este mapa aparecido en la primera edición de las Cartas de Relación de Hernán Cortés, muestra una ciudad lacustre, con canales en medio de sus calles y calzadas, pero rodeada de agua, una isla en medio del valle.

El mapa atribuido al conquistador Hernán Cortés apareció en la segunda Carta de Relación, en la cual muestra la cuenca de México, la ciudad, sus calzadas, heredadas del mundo prehispánico y en la parte inferior, la albarrada ya reconstruida para manejar las aguas, siguiendo la idea prehispánica. El acueducto de agua potable de Chapultepec se encuentra en la parte superior de la imagen y lo puedes apreciar saliendo de un bosque y continuando en medio de las canoas.

En 1552, el Ayuntamiento de la ciudad solicita al virrey Luís de Velasco atienda a las inundaciones de la ciudad. A pesar de las previsiones del gobernante, en 1555 una lluvia de gran volumen y que los cronistas mencionan de casi veinticuatro horas de duración, inunda totalmente la ciudad al grado de que las tumbas del convento de San Agustín dejaron escapar los ataúdes que navegaron por la ciudad. La magnitud del desastre hizo pensar en el cambio de la ciudad a otro asentamiento.

El Ayuntamiento solicita en ese año que se repare el albarradón de Nezahualcoyotl con el fin de impedir nuevos daños. La razón de su deterioro fue que se extrajo material para construir partes de la ciudad. El albarradón ya restaurado se llamó de San Lázaro y además se hicieron otros diques para evitar que la ciudad sufriera nuevos daños.

Será en 1580, cuando abundantes lluvias vuelven a ocasionar que la laguna de México salga nuevamente. Se buscó entonces una alternativa a los diques, que si bien funcionaron no resolvían de fondo el problema y el Ayuntamiento da por primera vez una nueva solución: es necesario desecar la laguna.

Contener no, sacar las aguas

El siglo XVII inicia el tema del control del agua con la inundación de 1604, ocasionada nuevamente por un periodo de lluvias fuertes así como por la destrucción del albarradón de San Lázaro, que sufrió la misma suerte que el de Nezahualcoyotl. La reparación de los daños corrió a cargo de los franciscanos y Fray Juan de Torquemada, historiador que escribió la Monarquía Indiana, relata sus experiencias en esta restauración y las compara con un trabajo de romanos.

Asimismo, en ese momento se repararon las calzadas de Guadalupe y la de San Cristóbal, la cual servía de dique para las aguas de la laguna de este nombre. Fray Juan de Torquemada menciona que utilizó de mil a dos mil indios diariamente; las piedras se traían en canoas y las paredes eran de barro y piedra. Dicha obra duró cinco meses.

El virrey, consciente de que estas obras no remediarían el problema, solicitó que se hiciera una vista con representantes de la Audiencia y el Cabildo Eclesiástico a las obras. Asistieron, además, maestros de la universidad de arquitectura y cosmografía, la cual incluía estudios de geografía y astronomía, con el fin de determinar el mejor punto para hacer el desagüe. La alternativa era desaguar la laguna de México por San Cristóbal Ecatepec, hacia Zumpango, siguiendo el río de Cuautitlán hasta Tequisquiac, donde se vaciarían las aguas. Aunque ésta era la opinión de los expertos, el virrey ordenó: «por ahora no se trate de hacer el dicho desagüe, sino que se continúen las diligencias y remedios propuestos». Así vemos uno de los problemas, entre las soluciones de los expertos y científicos, para solucionar un caso: la decisión política y el monto del capital para hacerlo.

En 1607, el virrey Luís de Velasco ante las inundaciones ocurridas convoca a que presente un proyecto para el desagüe. Entre los proyectos presentados destacó el de Enrico Martínez, quien consideraba que la mejor forma de evitar las inundaciones era a través de un canal que partiendo de la laguna de México, lograra hacer que el río Cuautitlán se desviara rumbo al río Tula para así poder desaguar el exceso de la laguna de México. El virrey envió a otro grupo a estudiar un canal similar al oriente, en Chalco, sin embargo el proyecto que prevaleció fue el de Enrico.

Enrico trabajó en el proyecto del desagüe y propuso un gran tajo, es decir, un cauce artificial que iría desde Nochistongo hasta encontrarse con el río de Tula, por donde desaguarían el río Cuautitlán y las crecientes de los lagos de México y Texcoco, que con frecuencia inundaban la ciudad.

En 1622, el marqués de Gálvez, revisa las obras. Encontró que no se tenía una idea clara de las medidas de socavones y lagunas, así que decidió suspender la obra. Esta decisión puso en peligro a la ciudad, pues ya se había iniciado parte del canal que desviaría las aguas del río Cuautitlán. Para 1628, Enrico Martínez escribe al rey un reporte de la obra, en la cual menciona que en catorce años y con un costo de un millón ciento cincuenta mil pesos se terminaría el desagüe. Sin embargo, la gran inundación ocurrió un año después en 1629. Una lluvia de más de 36 horas hizo que el nivel de la laguna aumentara y el agua inundó la ciudad; subió a un nivel de más de un metro cincuenta centímetros. Los trabajos se reanudaron en 1630. La ciudad de México padeció numerosas inundaciones y asociado a ella, epidemias.

Para el siglo XVIII, el proyecto presentado por Martínez no era descabellado. Cerca de Huehuetoca (al norte de la ciudad de México, cerca de Zumpango) era posible con esfuerzo hacer un túnel de casi siete kilómetros para llegar al río Tula. Sin embargo, el costo de una mala decisión política, (no terminar el tajo y tampoco cerrarlo para que no regresaran las aguas desde la laguna de Zumpango), costaron a la ciudad aproximadamente 30 000 muertes, la mayor parte por enfermedad y hambre a causa del desabasto alimenticio. Las obras permanecieron paradas y, sin embargo, se amplió el tajo de Nochistongo con el fin de no repetir una inundación como la ocurrida.

Las inundaciones y las obras remediales continuaron durante el siglo XVIII. La independencia y la inestabilidad política poco abonaron a un megaproyecto para el desagüe, aunque sí se trabajó en el abasto de agua. Dentro de las soluciones propuesta se encontró el proyecto del ingeniero Francisco de Garay, el cual en 1857 buscó canalizar las aguas para cultivos por un lado y por otro, desecar la laguna de México mediante un canal de cincuenta kilómetros que saliera desde San Lázaro para atravesar los lagos de Texcoco, San Cristóbal y Zumpango y mediante un túnel de 9 kilómetros llegar hasta el río Tequisquiac y, al mismo tiempo, crear un sistema de canales en Chalco y Xochimilco con el fin de eliminar las aguas excesivas cuando se requiriera y siempre estuviera esa zona irrigada para la ciudad.

Los sucesos políticos no permitieron este desarrollo. Será hasta 1878 cuando el primer gobierno de Porfirio Díaz inicie los trabajos de un sistema nuevo de desagüe: el Gran Canal del Desagüe y el Túnel de Tequisquiac.

El contexto tecnológico y político ahora era distinto. Si durante el periodo colonial el principal problema fue la falta de financiamiento, y en los primeros años del México independiente fue el problema de inestabilidad política, la decisión del porfiriato implicó un trabajo en el cual se conjuntaron tanto la técnica como la decisión política.

Entre 1886 y 1900, se construyó un canal con 47 kilómetros de largo y un túnel de más de 10 kilómetros. Esto se complementaba con un sistema completo de alcantarillado para la ciudad de México, con lo cual se buscaba una ciudad a prueba de inundaciones, y a su vez, completamente limpia de residuos. Esta solución implicó que las aguas de lluvia y las aguas residuales escaparan por un mismo conducto. La inauguración oficial de la obra fue el 17 de marzo de 1900 en Tequisquiac.

Siglo XX

A pesar de las obras de fines del porfiriato, la ciudad continuó con inundaciones. El crecimiento urbano posterior a los años cuarenta implicó también la necesidad de mayor dotación de agua: Esto repercutió en una extracción mayor de agua del subsuelo de la ciudad de México con fines de abastecimiento. Ahora bien, este fenómeno causó el hundimiento acelerado de partes especialmente del centro de la ciudad. Con esto se ocasionó un problema nuevo para el manejo de las aguas residuales, pues el Gran Canal porfirista se “elevó” sobre el nivel de las calles. Este fenómeno, constante en tiempo, se complicó cuando a partir de los años treinta se pobló esa parte de la ciudad con nuevas colonias. Año con año, el riesgo de que el canal desbordara sus aguas negras aumentó hasta que se establecieron una serie de casas de bomba, las cuales subieron a principios de los años setenta, las aguas residuales hasta ocho metros sobre el nivel de la calle para evitar esta condición.

En esa misma década se adoptó una nueva solución: el drenaje profundo. Con esto, se intentó evitar las inundaciones. El proyecto implicó crear socavones en la ciudad a más de cuarenta metros de profundidad. Si bien, el drenaje profundo solucionó el problema de aguas residuales, no resolvió el problema de la recarga de los mantos acuíferos y, por lo tanto, del hundimiento de la ciudad. Tampoco resolvió el abasto de agua potable, el cual se agudiza año con año.

El desarrollo del proyecto implicó para las comunidades lacustres y rurales que afectó un cambio completo de vida y así en el municipio de Nextlalpan, al sur de Zumpango. Las obras significaron la pérdida de su estilo de vida, pues con la apertura definitiva del Gran Canal del Desagüe, que corre por nueve kilómetros del municipio, se provocó la miseria de la población, pues el agua que tenían para cultivo y pesca, totalmente aprovechada, también se fue de ese lugar.

Actividad

ü Debes de entregar tu trabajo en dos cuartillas en computadora (no debes de hacer carátula, solo anota tu nombre en la parte superior derecha), puedes integrar imágenes.

ü Puedes consultar otras fuentes, pero debes de anotar de donde tomaste la información en notas a pie de página.

Contesta lo siguiente:

1. ¿Cuáles fueron los problemas que encontraron los conquistadores con el agua en la Ciudad de Tenochtitlan?

2. En el tiempo de la Colonia cómo resolvieron el problema de abasto y desagüe de agua.

3. Los problemas del agua en la ciudad de México es un problema histórico, fundamenta tu respuesta.

4. Realiza una reflexión sobre el problema del agua en México actual.

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